Dejar el pañal es uno de los logros más significativos en la vida de un niño pequeño. El control de esfínteres sólo puede conseguirse cuando el niño está listo; como padres, podemos acompañar y guiar este proceso, estando muy atentos a sus señales, pero nunca forzarlo. Cuando pasamos por esta etapa recuerdo haber leído un método
Con nosotros el proceso fue largo, usamos pañales de tela así es que desde bastante temprano conocía la sensación de estar mojada / sucia y así nos lo indicaba (supuestamente una de las señales de que se puede comenzar el proceso). Así es que fuimos por la bacinica / potito y la dejamos escoger unos calzoncitos a su gusto. Hasta ahí muy emocionada. Recuerdo que en uno de esos primeros intentos logró hacer popó en la bacinica, y nosotros pensando, orgullosos: "Bueno, esto fue fácil". Pero no.
Después de probar así varias veces, nos dijo claramente que no quería sentarse ahí, que no quería hacerlo más. Recuerdo un momento en el que estaba a punto de hacer del baño así es que le llevamos la bacinica y la ayudamos a sentarse y ella empezó a llorar, a pedirnos y rogarnos que porfavor no más. Decidimos parar en seco. A partir de allí vino un periodo en el que a veces pedía usar el wc y a veces no. Seguimos su ritmo. Luego, poco a poco, empezó a usar los pañales como si fueran ropa interior, es decir, no los mojaba, sin embargo, le daban seguridad y seguía pidiéndolos. Le explicamos que poco a poco ya no los necesitaría, la llevamos a que escogiera más ropa interior, pero no, no había manera.
Tratamos todos los métodos, aquello de darle calcomanías (stickers, pegatinas) para que las pegara en la puerta del baño cada vez que conseguía ir, le explicamos fisiología, anatomía, biología; la dejamos usar calzones entrenadores de tela (como una toalla gruesa). Ella hablaba del tema y poco a poco ya casi no tenía accidentes pero tampoco quería dar el paso hacia la ropa interior.
Hasta que un día, estando yo ya esperando a su hermanita -pienso que tendría 36 o 37 semanas de embarazo- coincidiendo con la llegada de su abuela, se despertó y dijo sin más que iba a usar su ropa interior y desde entonces así lo ha hecho, sin accidentes, ni de día ni de noche. Nos dejó con el ojo cuadrado pero así es ella: estudia, observa, analiza, jamás hace las cosas sobre demanda. Hasta que de pronto, es capaz de hacerlo como si hubiera nacido haciéndolo.
Durante todo este proceso lo que sí nos ayudó fueron los libros. En una visita a Bruselas, cuando tenía casi 2 años, le compramos un libro, en francés: "Tout le monde fait caca" de Rascal y Pascal Lemaître (en Le Wolf, nuestra librería favorita). Es un libro de pastas y hojas duras muy ameno y divertido donde se observa a seres y animales reales e imaginarios de todo el mundo; el monstruo del lago Ness, el Yeti, osos pandas y koalas, elefantes Africanos y de la India, leones, al lobo de la caperucita roja, a las palomas de Nueva York y a los perros de París haciendo sus necesidades.
La verdad es que a los niños les encanta discutir temas escatológicos y aun más en esta etapa. Con sus compañeritos de guardería tenían todo un vocabulario inventado para describir sus defecaciones, según la forma, el tipo y si habían hecho del 1; o del 1 y del 2 a la vez. Por ello pienso también que libros que describen los tipos y formas de defecaciones les encantan. El cuento "El topo que quería saber quien había hecho eso en su cabeza" de Werner Holzwarth es todo un éxito, con sus descripciones gráficas y onomatopéyicas.
- Otro libro que puede resultar muy útil es "Todos hacemos caca" del renombrado autor e ilustrador japonés Taro Gomi*. En este bonito ejemplar (de papel mate grueso) se muestra a todos los animales de forma más o menos realista haciendo sus necesidades. Describe como algunos animales entierran sus heces, mientras que otros lo hacen sin pensar, por ahí por donde van caminando. Luego muestra los pasos del pañal a la bacínica y al wc de una forma divertida y clara. En definitiva un imprescindible para poder entender este proceso tan natural y universal.
Y ustedes ¿Tienen alguna recomendación para enseñar el control de esfínteres? ¿Algún libro que les haya funconado?
*Taro Gomi es uno de los autores de literatura infantil más conocidos del mundo. Ha escrito más de 500 libros para niños, con los que ha sido galardonado con prestigiosos premios literarios como el de la Feria Internacional de Bolonia. También ha escrito ensayos y letras de canciones para niños, ha diseñado ropa infantil y ha firmado varias series de dibujos animados. Taro se recuerda a sí mismo como un niño bastante preguntón, al que todo le generaba curiosidad. Por eso sus libros, a través de un estilo inconfundible (tierno, muy colorido, sencillo y delicado), intentan dar respuesta a las dudas de los más pequeños. Para ello se vale de una ironía y un humor sutilísimos, presentes siempre en sus creaciones. Los libros de Taro Gomi son considerados pequeñas obras de arte en todo el mundo.
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